A veces me es increíble que el tiempo pueda pasar tan rápido.
A veces me es increíble que la justicia pueda tardar tanto tiempo en llegar.
A vece me parece increíble que lo que pareciera obvio no lo sea para todos.
A casi 2 años de los actos represivos del gobierno federal y estatal contra habitantes de Atenco y Texcoco, todavía hay presos políticos derivados de ese suceso (como los hay por otras causas).
También me es increíble que a esos mismos 2 años, la resistencia popular todavía continua presente. De pie. Sin apagarse. Y pese a que han tenido mucho en contra ahí están.
En un principio todos los presos fueron trasladados al penal de Toluca, lugar donde se implementó un plantón en apoyo a estos presos. Posteriormente, con el traslado de algunos presos al penal de Molino de las Flores, se implantaron dos plantones (uno en cada reclusorio).
Actualmente sólo es un plantón el que se mantiene en el Molino de las Flores, ya que es donde están prácticamente todos los presos restantes, aunque el apoyo para los tres presos que están en el penal de la palma no cesa (entre éstos está Ignacio del Valle, líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, sentenciado injustamente a 67 años de cárcel).
Aquí unas imágenes que tomé en una visita para documentar el trabajo que se hace en el plantón.
Llegando al plantón podemos ver pancartas y ‘pintas’ con consignas por la liberación de los presos políticos.
Muchos de los que se encuentran en el plantón se han instalado permanentemente ahí, por lo que en ese mismo espacio colocan una carpa con ropa y artículos para vender con la finalidad de mantenerse (comidas) y de apoyar a los gastos que derivan de los procesos penales.
Aquí unos murales que pintaron en lo que adaptaron como comedor.
La limpieza, rondas de vigilancia, realización de comidas, entre otras actividades, son distribuidas entre los que se encuentran permanentemente y quienes llegan a hacer guardias por lapsos de tiempo.
Aquí vemos familiares saliendo de la visita. Las personas del plantón comentan que hace tiempo que 'plantaron' frente a ellos una camioneta de la AFI frente a ellos, misma desde donde los vigilan.
En el plantón también se realizan actividades culturales-artísticas, así como talleres para los familiares de los presos (no sólo los de Atenco) y habitantes de los alrededores del lugar.
Aquí Fabian, una de las personas que viven en el plantón, nos muestra trabajos realizados para y con los niños que asisten a los talleres que han implementado.
A la izquierda nos muestra a ‘nopalito’, quien ha venido a defenderse contra los intentos de los chinos por patentarlo como de su propiedad. Del lado derecho presenta al colibrí, el cuál tiene la facultad de volar hacia atrás para traernos la historia de nuestros pueblos.
Con estos y otros personajes, Fabian realiza actividades de dibujo y cuento con los niños. Él plantea algunas historias que provoca que desencadenen otras por parte de los niños. Así han nacido los frijolitos que están tristes porque sus amiguitos los maíces han sido desplazados por los monstruosos transgénicos que vienen de Estados Unidos.
Aquí podemos ver uno de los trabajos que realizan los presos. Este trabajo de repujado fue hecho por Edith, una de las presas políticas de Atenco.