la escuela ha llegado a ser una industria
y el diploma un producto”
Recordamos así a aquellos profesores que nos decían imperativamente que teníamos que ponernos de pie al verlos entrar, decir al unísono: “Buenos Días Profesor…” y casi rendirles pleitesía pues, ellos son los que poseen ‘todo’ el saber.
Luego nos sentábamos en una banca a escuchar todo lo que tenía que decirnos, nos importara o no, nos interesara o no, nos sirviera o no.
Desde hace muchos años la escuela ha sido (y lamentablemente todavía es) una institución que nos traduce que el aprendizaje es el resultado de la enseñanza. Sin embargo, tratar el tema del aprendizaje nos remonta, en primera instancia, a una problemática de carácter epistemológico, es decir, del cómo se aborda o construye el conocimiento.
Más que educación, lo que vivimos en nuestras escuelas es una especie de adoctrinamiento donde no entendemos nada pero que hacemos lo que se nos instruye. Es decir, nos quitan la voluntad propia.
Es importante que reconozcamos que el conocimiento debe hacernos libres, es decir, que nos permita poner en tela de juicio la información que nos están dando, eso requiere: primero, de ‘humildad’ y apertura por parte del profesor (eliminar la relación profesor-custodio) y segundo, la captación de los diferentes momentos de madurez humana que tengan los formandos para cimentar en ellos el sentido de la libertad. Es la misma libertad la que va a involucrarlo en su propio proceso de enseñanza-aprendizaje.
Educar para la Libertad
Las conductas se darán en función de las experiencias del individuo y los aprendizajes, permitirán cambios en la forma de pensar, de sentir y de percibir las cosas. Por lo tanto, nos permitirán adaptarnos al entorno, responder a los cambios y responder a las acciones que dichos cambios producen.
Enfrentarnos a la Escuela como Centro del Saber
Nuestras sociedades son producto del desarrollo histórico y cultural en donde nos adoctrinaron para pensar en que la educación sólo podía darse dentro de cuatro paredes y sentados en un pupitre mientras el profesor habla y anota en el pizarrón.
En balde la enseñanza de los antiguos filósofos griegos que iban enseñando en las calles pues es muestra que la misión de la educación debe ser asumida por la sociedad no como una institución sino como la posibilidad de adquirir herramientas para la acción autónoma del conocimiento además que la suposición de la educación ‘bancaria’ nos limita a que sólo aprenda el que tiene los medios para hacerlo.
La sociedad y el estado deben garantizas que el que quiera aprender tenga el acceso a la información que éste requiera, que pueda comunicar sus conocimientos y que se desburocratice el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que para avalar lo que sabes debes enfrentarte a un proceso gregario fundamentado en la adquisición de documentos o certificados que lo avalen. Es evidente que sería absurdo que sigamos insistiendo en que todos aprendamos de la misma manera ya que, como revisamos, cada uno tenemos intereses y necesidades distintas. Y sobre todo, dejar de ver a la educación como algo que nos segmenta, sino como un proceso no totalizante que reconoce etapas y que nos lleve a poner en crisis lo que nos dicen del mundo para que así podamos contar con un pensamiento libre.
Las Fotografías las tomé durante unas clases de preparación para entrar a la preparatoria, sin embargo y pese a la crítica a ese proceso de selección, nos da un ejemplo de cómo el enseñar no necesariamente tiene que ser dentro de un aula bajo los medios convencionales. La dinámica de las mismas ha trasgredido el 'enseñar' pues como la vida misma, se parende más fuera de la institucionalización que dentro de ella.
* Texto Fragmento de un artículo que escribí. Próximamente publicaré el link para ver el texto completo.
2 Comments:
Desgraciadamente pocos son los maestros que entienden esta situación, desde los niveles básicos hasta la misma formación profesional (a veces ahí es mucho peor, pues he visto casos de algunos que creen que sus alumnos no los merecen). Mi primer día en la Universidad sin duda no lo voy a olvidar, ya que un profesor (De los mejores que he tenido)nos pidio que nos pusieramos de pie, al hacerlo nos hizo darnos cuenta de lo bien "moldeados" que nos tenian los 15 años de educación que ya llevabamos a cuestas. "Si yo les hubiese pedido que se hincaran, creanme, algunos lo hubieran hecho, a causa de lo moldeados que estan por nuestro sistema de educación, en donde se ve a los profesores como una autoridad a la que se le debe de obedecer... la mayoría de estudiantes traen consigo ideas cuadradas por que así las a moldeado el sistema...", nos dijo. Aquello a algunos nos hizo despertar un poco y comenzar a ver los métodos tradicionales de una manera distinta.
Jeje, perdón por el chorote, pero se me hizo buena idea contar esta anécdota hablando del sistema de educación.
Estoy de acuerdo contigo en muchos aspectos, pero también me he percatado, en mi labor como docente, que la práctica de la libertad no está del todo bien fundamentada, y es que aquí me pongo un poco crítico, al existir un horizonte epistemológico,marcado también por nuestras relaciones sociales y por nuestra capacidad de aprendizaje, nuestra libertad no es tan ilimitada ni tan libre. Cada uno de nosotros está determinado por aquello que pudimos incorporar a la estructura del conocimiento. Desde mi perpectiva, toda educación conlleva un adoctrinamiento. En nuestros hogares, durante la temprana infancia, se nos enseñaron distinciones morales para regular nuestra conducta. No podría ser de otra forma ¿O usted estaría dispuesta a perder el control de ese microcírculo de poder en el cual se desarrolla? No se lo digo con dolo , sino como ejercicio de reflexión. Veo que ha revisado con interés a Paulo Freire,Le recomiendo revisar también la vasta obra de Michel Foucault. La felicito por su trabajo doña Lila. Un abrazo.
PD. Espero volver a formar parte de sus vínculos de interés algún día. Gracias por la felicitación de cumpleaños.
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