Texto y Foto: Lila Sarai
Apabullantes escenas se presentaban frente a sus ojos. Era un mar de hombres y mujeres el que se arremolinaba de un lado a otro buscando escondite aunque no todos lograban encontrarlo. En el camino se iban desplomando uno a uno. Las golondrinas contemplan la escena. A ellas se les une la mirada impávida de Sebastián. No le sorprende lo que está pasando pero siente que algo no es como debiera. Sacude la cabeza, trata de acomodar las imágenes que se agolpan como en un cinescopio presuroso.
Veinticuatro imágenes, veinticuatro soldados, veinticuatro disparos….por segundo.
A Sebastián le sorprendió ver un hueco en aquella puerta. No había golondrinas.
Llegó hacia sus manos un papel. Era 2 de Octubre.
Sebastián voló.