Epiphany
Las gotas de sangre se inyectaban en las venas ávidas de la memoria perdida por el desasosiego del desprecio en tu mirada. La navaja flagelante seguía engullida en la epidermis de mis brazos.
Una a una las gotas regresaban al cauce que las había perdido. La navaja, fina cuchilla que regresaba al exterior, lenta, doliente, perdida. Es la navaja ahora sólo un recuerdo de lo que pudo haber sido si tan sólo hubiera podido vivir para desterrar la vida misma que me fue negada en tu interior.
Fotografía y Texto: L. Sarai
Una a una las gotas regresaban al cauce que las había perdido. La navaja, fina cuchilla que regresaba al exterior, lenta, doliente, perdida. Es la navaja ahora sólo un recuerdo de lo que pudo haber sido si tan sólo hubiera podido vivir para desterrar la vida misma que me fue negada en tu interior.
Fotografía y Texto: L. Sarai
4 Comments:
Saludos Lila, me gustán esos textos que acompañan a tus imagenes :D
Doña L. buen texto, buena imagen, todo lo demás está dicho. Un abrazo.
Buenas tardes profesora, soy de 2do semestre, gpo:21M3, me gust mucho la forma en que se expresa, su clase se me hace muy interesante y pienso que me va a ser muy útil su materia, ya que me va a hacer crecer como persona. BUeno, espero que tenga un buen día. Mónica García L.
Si empezase a describir entre símbolos lo amorfo de mi ser o lo intangible de mi presencia, tal ves mi imagen se volvería como la noche, pero aquella noche, que solo es un cumulo oscuro sin estrellas.
No se si veras este mensaje o igual me dirigiré hacia ti entre ópticas novedades que nada provocan. No soy de los que presume de su indolencia y mucho menos de la falta de gracia que logro plasmar entre letras.
Mas sin embargo se que algo dentro de los cristales turbulentos de esas vocecillas incesantes en tu ser, te dirán que estoy aquí, como símbolos que nadie mira, pues ya nada tienen que decir.
Ocultase tras la sombra los destellos mas fugaces y si el turbio alcance de mi prosa llegase a rosar ese cristal que cubre tus ojos cuando cerrados como el mármol de las mas hondas lagunas, me encontraras en los jardines oscuros, en terrazas donde la luna se duerme en sus palabras de polvo…
O simplemente al decir la primera vocal que completa mi nombre innombrable.
No soy un poeta, ¿Quién lo es en realidad?, mas aprecio tus letras, lo simbólico de aquellas mañanas segregadas en la ancianidad de esta, mi diluviana verdad.
Y si alguien oyera mi voz, ¡que calle!… pues nadie cree en las quimeras.
Joshua Alan Alonso Baez.
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