La mira, la contempla y se asusta porque puede que se esparza.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
Se levanta, anda alrededor, idea cómo apagarla.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
De pronto una chispa sale y crea otra llamarada. Se asusta.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
Las chispas brotan y se generan muchas que lo empiezan a rodear.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
Crecen y crecen. Lo envuelven. Pánico. Ajetreo.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
Pide ayuda de sus otros grandes. Pisan las llamas y las apagan.
Mira hacia abajo y ve sus pies. Y descubre que es grande.
Creen ver todo apagado. Son grandes. Se van.
Miran hacia abajo y ven sus pies. Y creen que son grandes.
Sólo templaron las llamas. Ahora reviven con más fuerza.
Ya no miran. Ya no son Grandes. Las llamas siguen vivas.